E536 Si “Tendrá mi respeto cuando se lo gane” es válido, "Tendrá mi amor cuando se lo gane" ¿también?

Sexo, amor y parejas

Imagina esto. Sofía y Daniel están sentados en una mesa de café, la luz del atardecer entra suavemente por las ventanas, mientras las tazas de café humeante los acompañan. Llevan 12 años de casados y aunque se aman con locura, hay algo en la dinámica de la relación que se siente, no necesariamente mal, pero si tensa desde hace algún tiempo. Y además de uno que otro problema que no tienen mayor impacto en la relación, lo que realmente molesta a Sofía es que cuando Daniel está en el trabajo o con sus amigos se ve feliz, no está gruñón o a la defensiva y ella se pregunta si es tan mala como para ser la causa de la infelicidad de su esposo. Detrás de eso no hay una simple incomodidad en la relación, es un problema que se viene gestando desde hace muchísimo tiempo ¿de qué forma? La verdad es muy simple, tan simple que a veces es difícil entender como tantas personas no lo notan, y es que tanto como las mujeres necesitan amor, los hombres necesitamos respecto, y es allí donde las cosas se están saliendo de control en los últimos años, y tú puedes pensar “yo respeto a mi esposo” y te puedo asegurar que tú crees esa aseveración, pero también es muy probable que en el día a día no sea así. Cuando tu esposo llega del trabajo y les pone carácter a los niños ¿de parte de quien te pones? De los niños seguramente ¿verdad? ¿Cuál es el mensaje que envías al actuar de esta forma? No confió en ti para que te encargues de ponerle carácter a mis hijos, en que se traduce todo esto, en “no te respeto” y este es un solo ejemplo, multipliquen por 100 y entenderán como lastimosamente ese respeto se pierde poco a poco. El resultado, volviendo a la historia inicial, Daniel está muy bien en el trabajo y con los amigos, pero al llegar a casa la cosa cambia, ¿Por qué? Simplemente no se siente respetado, y lo realmente pasa es que si la situación llega al punto álgido, no vamos a encontrar con Sofía y Daniel que van a permanecer juntos sin saber que necesitan hacer cambios y mucho menos como hacerlos.